KARATE-DO GAIRYAKU. Parte 3
El mundo del karate en el pasado.
El origen del nombre “karate” en Okinawa es incierto, pero lo que sí que es cierto es que se llama así desde no hace mucho tiempo. En el pasado, fue llamado te. En aquellos días karate o te era practicado secretamente de acuerdo a formas que fueron transmitidas únicamente del maestro al alumno mejor y de más alto grado. Si no existía un alumno suficientemente cualificado, una forma nunca sería transmitida y sería perdida con el pasar de la generación de ese maestro. Como resultado de esta práctica, muchas formas han desaparecido. Después de finales del siglo XIX, con la llegada de muchos expertos y un nuevo método de enseñanza más acorde con los tiempos, la antigua política de secretismo fue abandonada y la enseñanza comenzó a llevarse a cabo abiertamente.
El fundador del Goju-ryu Chojun Miyagui (segundo desde la izquierda) enseña a sus estudiantes, incluido Seikichi Toguchi (segundo desde la derecha).
Desde la Izquierda: Meitoku Yagi, Chojun Miyagui, Eiichi Miyazato y Seikichi Toguchi.
Gradualmente, el Karate fue reconocido por el público y por primera vez hubo un rayo de esperanza para el karate en el futuro. El Karate fue aceptado como una parte del avance de la civilización; sus valores físicos, educativos y culturales fueron confirmados y fue entonces cuando ganó completamente la aprobación del público en general.
En 1904, Karate fue adoptado como parte del programa de educación física en las escuelas elementales de Shuri. Estos fueron los primeros grupos de instrucción del karate de la historia.
En abril de 1906, se establecieron los primeros clubes de karate en las escuelas de enseñanza media en la prefectura de Okinawa, en la Escuela Municipal de Comercio de Naha, y en la escuela prefectural de Okinawa. Durante el mismo periodo, se establecieron clubes de karate en las escuelas técnicas de agricultura y de pesca de Okinawa. En 1922, el Karate fue por introducido por primera vez en la academia de policía de Okinawa y finalmente, fue oficialmente aceptado como materia del currículo regular al igual que otras artes marciales japonesas como el judo y el kendo. En Marzo de 1926 fue establecido el Club de Karate de Okinawa. El 21 de noviembre de 1930 fue asimilado por la Sociedad Atlética de Okinawa y se convirtió en uno de los departamentos de la organización. La Dai-Nippon Butokukai (la mayor entidad japonesa de artes marciales) aprobó el karate como una de sus artes marciales el 26 de Diciembre de 1933. En la isla principal de Japón también se fundaron clubes de karate en varias escuelas después de 1924.
Hay que destacar uno de los eventos más honoríficos que han ocurrido en el mundo del karate: Hirohito, el actual emperador de Japón, entonces príncipe, paró en Okinawa en su ruta hacia Europa y presenció nuestra demostración de Karate en la escuela de profesores de Okinawa el 10 de Marzo de 1921. También el Principe Chichibu no Miya presenció una exhibición de karate en la misma escuela en Mayo de 1925 cuando visitó Okinawa en su viaje de camino a Inglaterra. En 1930, karatekas participaron en una exhibición de artes marciales Japonesas en ocasión de la apertura del festival de Meiji Jingu Shrine en Tokyo. En Mayo de 1932 hubo una demostración de karate en el festival de las artes marciales de Saineikan. En Abril de 1933, el Principe Fushi no Miya y el Principe Kuni no Miya visitaron Okinawa en una flota combinada de la maria imperial japonesa; tuvimos un gran honor en poder demostrar el karate para ellos.
REFLEXIONES:
Ante algunos de los que se adjudican la imposición del nombre “Karate” al arte de Okinawa, es curioso que el Maestro Miyagui, uno de los más grandes Maestros del arte de Okinawa de toda la historia si no el más grande de todos, afirme en este valiosísimo artículo que su origen es incierto, es decir, que no se sabe concretamente quien comenzó a utilizar este nombre…
Según el Maestro Miyagui, la gente aceptó la valía del Karate, y este fue reconocido por el público en general cuando se confirmaron sus valores físicos, educativos y culturales. Es una pena que el Karate posteriormente se desarrollase focalizado exclusivamente en los valores físicos, despreciando los educativos y culturales, habiéndo llegado hasta nuestros días como lo ha hecho en una gran parte de las escuelas de todo el mundo…